Descarga de Combustible

Dos pingüinos, dueños del lugar, verifican que la maniobra se realice acorde a los procedimientos establecidos.

La descarga de combustible es una maniobra que exige la máxima atención de la dotación de la BCAA y de la tripulación del buque.
El ROU 04 Artigas, transportaba en sus bodegas, desde Montevideo el gasoil antártico necesario para mantener la base funcionando por todo el año.
Para efectuar la maniobra de descarga, se deben dar la condiciones meteorológicas adecuadas. Eso implica que cuando eso ocurre, la operación se debe ejecutar de cualquier manera, teniendo prioridad sobre cualquier otra actividad.

Acondicionado y verificando el estado de las mangueras antes ponerlas en el agua

En este caso la maniobra duró casi 12 horas, en donde el personal de tierra preparó las mangueras y las tuberías, mientras que en el buque realizaban los sondeos, fondearon y se prepararon para conectar las tuberías.

Probando el equipo de prevención de derrames

Mientras se verifican las mangueras, el personal encargado de la prevención de derrames, extendió una barrera de contención de más de 400 metros, entre la playa y el buque, preparando además un equipo que puede extraer cualquier resto de combustible que se derramara evacuándolo a una pileta contenedora flotante.
Durante el trasvase de combustible, un bote zodiac verifica las líneas tendidas en el agua, constatando que no hayan pérdidas.
En tierra otro equipo de gente verifica la llegada del combustible a los tanques, sondeándo periódicamente para controlar que se reciba la cantidad necesaria.

La maniobra se realizó sin dificultades y ya de noche, con un intenso frío y mientras comenzaba la recogida de mangueras, el viento comenzó a soplar con fuerza, levantando olas que complicaron la zarpada del último bote, que transportó al personal que estuvo en la playa durante todo el día.
Seguramente los marinos se llevaron una buena mojadura para regresar a su buque, pero lo hicieron con gran entereza y satisfacción por el deber cumplido.
Los que estabamos en la playa, quedamos pendientes del bote, que se perdió entre las olas y la noche y solo cuando recibimos el mensaje por radio de que estaban a bordo, mojados pero seguros, sonreímos felices, porque supimos que en ese momento si, había terminado una de las tareas más importantes de la actividad anual y podíamos regresar tranquilos a la base.

Antarkos 25
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